Ya es hora de admitirlo.
Tenemos que abrir los ojos
de una vez y darnos cuenta de que somos mestizos.
Así de simple.
No importa cuántas veces critiquemos
la llegada de los españoles a América y como pisotearon, maltrataron y
violentaron a los indígenas, todos nosotros somos ahora parte de ambos. No fue
nuestra decisión, es algo que ya no podemos cambiar, porque el mestizaje estuvo
en la historia de nuestro país y ahora repercute en la sociedad actual y
futura.
Desde cualquier punto de
vista que se mire, podemos ver que el período de la Colonia fue algo horrible
que tuvieron que vivir la mayoría de indígenas; aguantando todos los maltratos
de los españoles, tratándolos como objetos que podían manipular sólo por
creerse superiores.
Eran obligados a trabajar en condiciones
sobrehumanas en jornadas extenuantes,
sin descanso y sin ninguna remuneración. Cualquier persona podría pensar que
los actos que realizaron los peninsulares fueron despiadados, pero para ellos
era simplemente una forma de explotar y sacar provecho de simples “animales”
incivilizados y salvajes. Además
las mujeres indígenas eran completamente pasadas a llevar; tomadas a la fuerza
y obligadas a tener relaciones con los conquistadores, sin poder negarse ya que
si lo hacían, eran maltratadas luego asesinadas, siendo esta desgraciadamente
una de las razones primordiales del mestizaje.
Si
nos ponemos a pensar, ¿qué consiguieron los españoles con tales tratos a las mujeres del Nuevo
Mundo? Una raza de híbridos que de mala gana aceptaron como una “segunda
familia” o como esclavos con mejores tratos, y que ahora son los que han
poblado el continente.
Aún
así, teniendo en cuenta los siglos que han pasado desde aquellos
acontecimientos, incluso ahora podemos decir que seguimos siendo despreciados, mirados
en menos por nuestros orígenes indígenas, siendo para nosotros negadas muchas
libertades, beneficios y demás, por el sólo hecho de ser considerados una
sociedad inferior en comparación a la europea.
Teniendo
este pensamiento de inferioridad será difícil que los países subdesarrollados
como nosotros logremos un mejor status político, social y económico para poder
ser tomados en cuenta como una potencia poderosa. Además, en nuestra actual “pseudo-democracia”
muchos chilenos se sienten avergonzados de nuestra ascendencia aborigen, lo que
los lleva a una baja autoestima y a cambiar su aspecto físico, queriendo asemejarse
al europeo. Además, se tiende dar mucha importancia a la tez blanca, los ojos y
el cabello claro, considerándolo símbolo de estatus económico alto, educación,
cultura, etc.
El mestizo (hijo entre
indígena y español) es considerado por los españoles como un esclavo, pero con
una confianza mayor a la que le es atribuido a los demás siervos. Pero debemos
entonces preguntarnos por qué. ¿por qué el español trata diferente al que es
hijo suyo tal y como los que ha dejado en su amada tierra en el Viejo Continente?
¿Es acaso trato suficiente e incluso bastante el hecho de pertenecer al mismo
grupo de esclavos, únicamente con otro nombre y un tanto más de regalías (que
no han de ser muchas, cabe decir)? ¿Es aquella mencionada forma tal de tratar a
un hijo? Pues queda claro que no. Un puñado del dinero del español bastaría
para comer y vestirse, pero sus desalmados corazones no son capaces ni de
darles a los que son sus hijos también un plato decente para alimentarse, paga
por todo su esfuerzo. Y a la hora de trabajar no podemos decir que son buenas
palabras las que son utilizadas, sino que todo es gritos y órdenes. Prácticamente
están muertos en vida, tal y como todos los demás que son “simples indígenas”,
porque siquiera podían regocijarse de que su familia viviese toda bajo un mismo
techo, si tenemos a su padre y parientes entre riqueza y fama y a su madre y
parientes rompiéndose los huesos bajo el sol para poder tener qué comer.
Es decir, que estos
desdichados niños que en los tiempos de la colonia tuvieron el infortunio de
nacer producto de las relaciones entre el conquistador y la mujer “india”,
debían enfrentarse a una dura realidad psicosocial: donde no contaban con el
apoyo de una familia bien estructurada, si no que crecían en el seno de un
mundo disfuncional y cruel que siquiera se puede llamar familia. Donde por un
lado se le discriminaba de parte de los indígenas por tener parte de su sangre
de uno de tantos que les quitaron su libertad, religión y territorio; y, por
otro lado, se le criticaba por los españoles su raíz “salvaje”, la que jamás le
permitiría encajar en la “aristocrática comunidad europea”.
Por lo tanto, se puede decir
que en ese momento los mestizos no pertenecían a ningún grupo, ya que su
identidad étnico-cultural era aborrecida y despreciada desde cualquier lado que
ellos mirasen.
Así y todo lo ya tratado, la
corona española finalmente le otorgó un status jurídico a este nuevo grupo,
pero debemos fijarnos en cuánto tiempo debió pasar primero. Años de prejuicios,
discriminación e injusticia.
Entonces, podríamos decir
que el problema de aceptación de la identidad mestiza radica en la degradación
del término (bajo el mando europeo) desde lo que debería ser “hijo de español
nacido en los nuevos e importantes dominios que su prominente y poderoso padre
ha adquirido con esfuerzo y dedicación en el Nuevo Continente” y el resto de
palabrería que dignara respeto y honra; a: “esclavo con algo de suerte” y peor.
También el hecho de que todo mestizo era parte de un grupo aparte, si es que
podían decir que eran parte de algo, ya que su origen mixto creaba conmoción y
desagrado tanto en indígenas como en españoles.
Aún así, si nos ponemos a
pensar en quienes se encuentran establecidos en nuestro país hoy en día, nos
encontraremos con mestizos. Sí, españoles, indígenas y por supuesto
inmigrantes, sí. ¿Pero qué vemos en mayoría? Así es, mestizos, y claramente si
hoy llegara un europeo creyendo y dispuesto a hacer creer que todo aquí le
pertenece, todos nosotros nos apresuraríamos a demostrarle que está equivocado.
Hace
siglos la raza mestiza era considerada un híbrido con derecho a ser
discriminado desde todos los ángulos, razón por la que ninguno podría querer
pertenecer a ese grupo ni admitir que lo era. Pero desde entonces hasta el día de
hoy, todo eso ha cambiado y ya es tiempo de mirar a nuestro alrededor, darnos
cuenta de lo que ese híbrido ha conseguido y admitir, orgullosos, que somos
parte de ese grupo, de lo que fue minoría y con brío y voluntad salió adelante
y demostró de lo que es capaz; que exigió justicia y no se dio por vencido
jamás. Es hora de decir fuerte y claro: somos mestizos.
*Cristian Aguilera
*Esteban Ferreira
*Francisca Araya
*Sofía Viscay
Lo encontré un muy buen trabajo expositivo, argumentos claros, la realidad indígena de ese entonces la explicaron muy bien... pero la postura conquistadora, la quería ver. También me gusto la mirada crítica que actualmente los chilenos estamos, como uds decían, con baja autoestima, sin identidad.
ResponderEliminarUno de lo trabajos que más me a gustado, muy completo y bien explicado. El tema de los mestizos es algo interesante y me llama la atención ya que creo que no debería existir porque mestizo es una combinación, en este caso de dos "razas" pero como podemos decir que en los hombres hay razas si la única raza es la raza humana, somos todos iguales y es una sola tierra. Pero hay gente que cree ser superior, por lo tanto se diferencian del resto diciendo que son de otra raza, denigrando al otro. El chileno tiene el autoestima bajo, no confía en si mismo, no tiene identidad, se preocupa de imitar en vez de ver las cosas que tiene.
ResponderEliminarVoy a comentar mi propio trabajo porque la verdad lo que diré aquí va para la gran mayoría de los artículos que dicen que el trato a los indígenas fue horrible, indigno de un ser humano como todos e infinitos adjetivos descalificadores del proceso de conquista, pero ahora me detengo a pensar: ¿qué hubiera pasado si no hubieran llegado los españoles? Sí, "habría llegado otro a conquistarnos", de acuerdo, ¿pero y si no? En África, por ejemplo, aún hay tribus que conservan su cultura intacta, y me atrevo a decir que así será para generaciones posteriores.
ResponderEliminarEntonces, sin españoles, sin maltrato indígena, sin mestizaje... ¿querrían esa realidad? Sin la tecnología que tenemos en este momento, sin el computador (o celular o lo que sea) por el que están leyendo esto... Perfecto, ahora podrían decir: "igualmente seríamos felices, porque no conoceríamos esas cosas", pero probablemente llegaría a nuestro pueblo indígena (de realidad alterna) un grupo de españoles o quien sabe quiénes a grabar nuestra cultura, preguntarnos por ella, etc. Entonces nos mostrarían sus artefactos, sus cámaras, celulares y lo que es posible hacer con ellos... ¿no les parecería interesante tener uno de esos? ¿Tener algo que les facilita la vida? De una u otra forma llegaríamos a lo que hoy poseemos... Desde ese punto, la opinión sería: ¿comprendemos que la realidad actual, principalmente tecnológica, de la manera que se vea en profundidad, proviene del sudor, esfuerzo y sangre de nuestros antepasados indígenas?
Estamos de acuerdo con su postura ya que se puede apreciar que en la sociedad actual existe baja autoestima con respecto al pasado, puesto a como fue el trato que tuvieron los peninsulares con los indígenas, un trato que no es justo para nadie, una discriminación de la que fueron partícipes nuestros antepasados. Es por esto que la gente tiende a cambiar su imagen para intentar "calzar" o "ser aceptados" en una sociedad distinta. Debemos aprender a aceptar nuestra identidad, y asumir nuestra realidad y dejar de lado los prejuicios que siempre van a estar presentes.
ResponderEliminar(Daniela Pazán - Josefina Opazo)
creo que de todos es el trabajo mas completo habla muy bien de lo que es el mestizaje indigena y de lo sucedido como el maltrato y no aceptar el mestizaje la verdad me parecio uno de los trabajos mas completos <3
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